Por Diego Argenis Méndez Caballero
Está de más hablar sobre la situación que se vive o sobre las medidas higiénicas de prevención que deberíamos de tomar (qué por cierto no hay que hacer caso omiso de las recomendaciones), con la cual como ya sabemos, todo el planeta ha entrado en una dinámica completamente atípica para la época contemporánea, dentro de este descanso laboral se encuentra una de las actividades más antiguas de la humanidad: el arte. ¿De qué manera se ha visto afectado? Pues no dista de las demás actividades qué día a día se realizan, al igual que muchos ingenieros, contadores, abogados, el artista se ha visto afectado en cuestión económica y laboral, teniendo que dejar en stand by temporadas, proyectos, viajes, exposiciones, conciertos; por que si bien aún dentro de esta cuarentena los que nos dedicamos a esta labor (digo nos por qué afortunadamente yo vivo de esto) podemos seguir en constante creación, queda solamente en eso, en la planeación de futuros proyectos, en juntas virtuales, en grupos de WhatsApp en dónde se comparten ideas y puntos de vista, nos sigue faltando nuestro elemento esencial, el por cuál damos vida y obra a crear: el público. El arte sin público se queda en una mera interpretación personal, que al no tener quien lo admire y perciba, carece de alma y si no tiene alma, no está vivo, ergo, no existe.
En últimas fechas, muchas instituciones han lanzado convocatorias para seguir creando en casa, si bien son programas bastante novedosos que atienden las necesidades actuales, siempre nos hará falta trabajar en pro de la audiencia, de igual manera, se han hecho transmisiones en redes sociales (como las del Día Mundial del Teatro) que nos ayudan a no extrañar tanto el ver trabajos en tiempo real, o el sentir a la audiencia reír o llorar en ese instante, no es lo mismo, entonces, ¿cuál es el sentido de este texto? (Además de exteriorizar un poco mi encierro). El sentido no dista de la invitación a en estos días seguir viendo arte digitalmente, hay muchas exposiciones de museos que hacen recorridos virtuales, o conciertos realizados livestream en Instagram, de igual manera la Cineteca ha liberado un buen catálogo de película y el Cirque di Soleil nos comparte varios de sus míticos shows totalmente gratis, y que nos ayudan a estar en contacto con el arte, así como pasar momentos agradables con nuestras familias, pero principalmente, deberían ayudar a extrañar el poder y preciar el arte en vivo. Así es que la invitación (y petición) sería que pasando esta cuarentena, no duden en apoyar el arte local, el cual muchas veces es gratis, créanme que oír de nuevo aplausos nos hacen falta, se los agradeceremos con el alma.
