Por Carlos Rivelino Dolores Mondragón
“Esta pandemia nos vino a afectar a todos”
Así se pronunció Ofelia R.
Artesana y residente de una de las comunidades aledañas a la Ciudad de Zitácuaro.
Cómo cada año se está llevando en vísperas de La Semana Mayor, la venta de los tradicionales ramos y palmas.
Pero en esta ocasión y debido a un temor de un tercer rebrote de la pandemia por Covid-19 las autoridades municipales han decidido que no se instalen los puntos de venta de estos ramos no solo en las proximidades de las Iglesias, sino también a no menos de 2 cuadras del cuadro principal del centro.
De esta manera las calles ahora lucen de alguna manera “VACÍAS”
Aún así tanto Ofelia como otros artesanos han hecho caso omiso y de manera precaria se han instalado de manera rudimentaria en las cercanías de primer cuadro de la ciudad.
Del mismo modo hay quienes han operado por rentar puestos de terceros para poder vender sin ningún problema los tradicionales Ramos de Semana Santa.