• Gracias al Gobierno del Estado, madres y padres de familia pudieron volver a abrazar a sus hijas e hijos tras décadas de ausencia
Lázaro Cárdenas, Michoacán, a 07 de noviembre de 2020.- Un total de 17 integrantes del programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, Palomas Mensajeras, originarias de Lázaro Cárdenas, se reencontraron con sus seres queridos en Estados Unidos.
Gracias al apoyo del Gobierno del Estado, estas madres y padres de familia pudieron cristalizar el sueño de volver a abrazar a sus hijas e hijos y conocer a nietas, nietos, bisnietas y bisnietos.
La historia de este reencuentro no ha sido fácil, pues cuando todo parecía listo para que emprendieran el traslado, personal de la Secretaría del Migrante (Semigrante) les notificó que por disposición de las autoridades estadounidenses su viaje programado para el 23 de abril, debía postergarse por cuestiones sanitarias.
No obstante, al final el viaje a San José California pudo concretarse, lo que se realizó siguiendo estrictas medidas sanitarias para evitar la propagación del COVID-19.
El matrimonio conformado por María Inés Benítez Castro y Apolinar Teodoro Jiménez, fue uno de los que se rencontraron con su hija e hijo después de 30 y 20 años sin verlos.
Con 74 años de edad ella y 76 su esposo, este matrimonio con 54 años de casados, manifestó su felicidad al cristalizar este sueño que les costó incluso ser víctimas de fraude, en uno de los intentos que hicieron antes de recibir asesoría y apoyo de la Secretaría del Migrante (Semigrante), para viajar a Estados Unidos.
Julia Morales, de 65 años de edad, es otra Paloma Mensajera que vivió unos de los días más importantes de su existencia al reencontrase con su única hija, a la que dejó de ver hace 24 años.
También volvió a abrazar a dos nietas que ella se llevó pequeñas, cuando decidió ir a trabajar a Estados Unidos
Originaria de Guerrero, pero con residencia en Lázaro Cárdenas desde pequeña, Julia señala que ingresar a programa de Palomas Mensajeras ha sido de las mejores cosas que le han pasado a lo largo de su difícil vida.
“Yo no sé leer, nunca fui a la escuela, pero el amor por ir a ver a mi hija me ha hecho aprender muchas cosas y por eso pude inscribirme a este programa con el que estoy muy agradecida porque me han apoyado mucho para reencontrarme con mi hija. Yo nunca perdí la esperanza de volverla a ver, pero creo que sin Palomas Mensajeras quizá no hubiera sido posible”.
Con lágrimas en los ojos y los sentimientos a flor de piel, Julia agradeció a Dios la oportunidad de volver a ver a su hija y la bendición que le dio a ambas para apoyarse mutuamente, pues en recompensa a todos los sacrificios que ella pasó para sacarla adelante cuando era pequeña, ella se hace cargo de su manutención desde que se fue a Estados Unidos.
Con estas acciones el gobierno de Michoacán, refrenda su compromiso de continuar trabajando para que este programa de reunificación familiar binacional siga cristalizando sueños.