*Trabajo doméstico debe ser reconocido y valorado desde nuestras leyes: Gloria Tapia*
-En México hay 2.5 millones de personas de 15 años y más ocupadas en trabajo doméstico remunerado, cifra que representa 4.5 por ciento del total de ocupados
El trabajo doméstico debe ser reconocido y valorado desde nuestras leyes, en donde además se promueva la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, subrayó la diputada Gloria Tapia Reyes, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
La diputada por el Distrito de Zitácuaro, apuntó que existe el gran reto de lograr el reconocimiento, remuneración y redistribución igualitaria entre mujeres y hombres en el trabajo en el hogar, así como garantizar la protección social y los derechos a mujeres y hombres que realizan esta labor.
Recordó que en México hay 2.5 millones de personas de 15 años y más ocupadas en trabajo doméstico remunerado, cifra que representa 4.5 por ciento del total de ocupados.
En ese sentido apuntó que el trabajo doméstico remunerado es una de las ocupaciones con mayor proporción de empleo informal, en donde el 92.5 por ciento de quienes lo realizan son asalariados informales, 3.1% son trabajadores informales por cuenta propia y 1.0% son trabajadores informales con percepciones no salariales.
“Dentro de la Ley Federal de Trabajo existe la descripción del trabajo doméstico remunerado, más no se regula o tipifica el trabajo doméstico no remunerado, es decir, amas de casa y/o hijas cuidadoras de familiares menores o adultos mayores”.
En el caso del trabajo doméstico no remunerado, destacó la necesidad de generar las condiciones necesarias para que quienes lo desarrollan tengan acceso a servicios públicos de calidad.
“Se hace urgente el desarrollo de estructuras y políticas de protección social bajo una perspectiva de igualdad sustantiva y no discriminación, además de garantizar a las mujeres por ser quienes fundamentalmente realizan estas labores, su plena inclusión al desarrollo, en su acepción más amplia, y la igualdad de derechos a los recursos económicos, incluyendo los servicios financieros”, recalcó.
